el fogon de meg

La cocina donde se elaboran las artes culinarias, la Historia, la medicina, los alimentos, las escuelas gastronómicas, y, por supuesto, las "fórmulas magistrales". O sea, las recetas.

domingo, 20 de noviembre de 2011

COMER EN EL CAMINO



    Continuamos esta serie iniciada el año pasado, Año Santo Compostelano, con la gastronomía propia de los lugares por los que pasa el Camino de Santiago. Que haya terminado el Año Santo no quita para que no conozcamos algunas de las exquisiteces, añejas y tradicionales, que se  cocinan en el norte de España. Así pues, continuamos  la serie, eso sí sin el agobio de ver que se acerca el final del año sin haberlo podido recorrer entero gastronómicamente hablando.



EXOTICAS PERDICES CON CHOCOLATE Y VULGAR AJOARRIERO


    Camino de Logroño, el peregrino llega a Estella, la secular Lizarra que significa, como Astraín, estrella. De ella dice el Códex Calixtinus: "Es fértil en buen pan y excelente vino, así como en carne, pescado y abastecida de todo tipo de bienes"...  Pues en esta abastecida ciudad el caminante puede saborear un plato exclusivo de la villa:  perdices con chocolate. De su origen sólo hay datos a partir de 1880,  en que, al parecer, trajo  la receta  el virrey de la Nueva España (México).  Una receta que marida el chocolate con la carne, en una perfecta combinación  culinaria.   Para guisarlas se embridan y se rehogan . Luego se cuecen en agua con vinagre, ceboleta, apio y especias.  Aparte se deslíe el chocolate con un poco de caldo de la cocción. Y, sin dejarlo espesar demasiado, se vierte sore las perdices, dejando que todo el conjunto acabe de ligarse bien al fuego lento unos minutos más.

   Pero si el peregrino no gusta de la caza, tiene otras opciones por estos pagos:  el gorrín asado o el ajoarriero.  Éste último es un guiso a base de ajos, bacalao seco desalado y desmigado y sofrito de tomate.  Era un plato habitual de los arrieros que lo hacían sobre una fogata, en medio del campo, en la  sartén que solían llevar siempre consigo.


Al alcanzar Logroño, el caminante habrá cubierto otra etapa de su peregrinación. Y porá reponer fuerzas antes de descansar, con unos pimientos  a la riojana, por ejemplo, que son los tradicionales pimientos del piquillo rellenos de carne picada y jamón y cocinados en una salsa de tomate y vino blanco.  No pidais nunca en tierras de la Rioja los pimientos rellenos de bacalao o marisco, porque es más bien plato vasco y poco elaborado enlas cocinas riojanas.

   También puede pedir una Merluza a la Riojana, quisada en cazuela de barro con una fritada de tomate, pimientos, cebolla y tacos de jamón. Y , por supuesto, regar todos estos platos con uno de los mejores caldos del país, un rioja, criado en Cintruénigo, Haro, Oyón, Fuenmayor o Cornago. Y, por supuesto, antes de salir abastecerse para el camino de un buen patorrillo, del que hablaremos otro día, muy parecido al botillo leonés.


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4 comentarios:

Anonymous herboristerias ha dicho...

Que exquisitez, se me hizo agua la boca con solo ver la foto, pero calculo que me quedaría con la merluza a la riojana.

22 de noviembre de 2011, 0:01  
Blogger meg ha dicho...

Pues ninguna va más allá que la otra, Herborista. Gracias por tu visita.

22 de noviembre de 2011, 20:58  
Anonymous cursos de cine ha dicho...

la verdad que parece muy rico! me dieron ganas de probar!!

23 de noviembre de 2011, 14:33  
Blogger meg ha dicho...

Cursos, la verdad es que merece la pena, para conocer sabores nuevos. Graciaspor tu visita.

23 de noviembre de 2011, 14:36  

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