LIBROS PARA SABOREAR
Una delicia de libro para saborear despacio y haciendo memoria de cinemateca: 50 capítulos breves ordenados como la carta de un menú: entrantes, sopas, pescados, carnes y postres. En cada uno de los capítulos agrupa una serie de escenas de diversas películas que tienen en común la gastronomía y, al término de cada uno, una receta del plato protagonista. Se agradece la simplificación de las "Perdices en sarcófago" de "Como agua para chocolate" o el Pollo frito con miel de "Camino a perdición". En el capítulo de entrantes, destaca el dedicado a los caracoles, que protagonizan alguna escena en varias películas: de "Beautiful Joe", "Delicatessen" o "Pretty woman" entre otras. Y se revelan, de paso, los cambios realizados en el guión de ésta última para suavizar el personaje de Julia Roberts, que en principio había sido creada adicta a la cocaína e incapaz de pasar todo un fin de semana con Gere.
Otro capítulo recuerda todos los platos de "La gran comilona", que muchos años después del estreno de la película fueron preparados en Fauchon, el restaurante de la èlite gastronómica de París. En el capítulo "Asesinos y tomates", comenta -como no podía ser menos- "Tomates verdes fritos", y su especialísima salsa,o los tomates recogidos de la huerta por Cameron Diaz en "La última cena". En "Pasión por el marisco", recuerdan los autores películas como "Comer, beber, amar" , "El jovencito Frankestein" o "Muérete bonita", donde Kirsten Dunst advierte que no come marisco porque "mamá siempre dice que nunca coma nada que lleve su casa a cuestas; a saber cuándo fue la última vez que la limpió"... El capítulo "Partida de caza" recuerda platos de caza cinematográficos: por ejemplo "Cazador blanco, corazón negro" o "La presa desnuda" donde Cornel Wilde está a punto de ser guisado, o "La escopeta nacional" de Berlanga. Así hasta 50 capítulos deliciosos, que nos traen a la memoria películas que nos dejaron un grato sabor. Resulta agradable recordar la escena de "Panorama para matar" en la que James Bond instruye a Tanya Roberts sobre cocina francesa: "Voilà, kish de cabinet.- Un nombre interesante. Y ¿qué es?.- Una tortilla...". Y no se puede olvidar "Los santos inocentes", de Camus, donde se superponen una reunion popular con la comida tradicional de los sirvientes con la de los señoritos, con otros alimentos muy diferentes.
Cada capítulo recuerda un diálogo divertido, relacionado con la gastronomía. Es un buen libro, un plato literario para gourmets cinéfilos. Y para cinéfilos que sólo comen hamburguesas. Y hasta para gourmets que no van al cine...
Etiquetas: cine, Libros para saborear, películas
6 comentarios:
Genial combinación para un libro de cocina, para un neófito como yo en todo tipo de preparación de platos debe ser un placer aprender a meter mano en la cocina de la mano de referencias fílmicas.
Cuando vengo a tu blog me da hambreee xD
Saludos Meg.
un libro para estas navidades.
Yob, si no tienes ni idea de cocina, tampoco vas a aprender con este libro (mejor el de Simone Ortega). Pero si la tienes, te civertirá el doble. POrque además de las anécdotas, te cuenta el meollo de las recetas en cuestión. Y, sobre todo, te recuerda dónde puedes ver algunas escenas magistrales. Las de "Comer vivir amar" son para ver después de comer, porque si no... pasa lo que te pasa: que el apetito se dispara.... ;))
Bolarium: efectivamente es libro para regalar en >Navidades. Sobre todo a un cinéfilo que además sea gourmet o, al menos, "de bien comer", que decía mi abuela.
Gracias por esta buena recomendación. Saludos.
Te vas a divertir, Ramón, si te gusta la cocina y el cine. Ya verás.
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